7.3.09

Día 6-2-2007 (Sábado): Sweet

Escondidas, Dream y yo mirábamos desde las escaleras, extrañadas, aquel hombre de traje elegante y de una cierta arrogancia. Amigo de nuestros padres no era, porqué ninguna de las dos lo habíamos visto nunca en casa o en el trabajo. Nuestros padres tienen un pasado muy extraño, no lo sabría explicar. Después de que el hombre estuviera media hora conversando en el recibidor con los señores “Sugar Love”, se despidieron. Subimos las escaleras antes de que alguien se percatara de que estábamos ahí. Aunque nosotras sabíamos que nuestros padres habían notado nuestra presencia desde el principio, era habitual, ya que desde muy pequeñas tenemos esa costumbre. En la habitación mi hermana comenzó a dispararme preguntas sobre aquel personaje, como si yo supiera alguna cosa, ella sabia perfectamente que yo, sabia tanto como ella de aquel señor.


- Quién era Sweet?

- Como quieres que lo sepa, yo...?

- Era un hombre muy extraño...

- Hermanita, todos los amigos de papá y mamá son extraños.

- Pero éste... no sabría como decirlo.

Yo la entendía perfectamente, a mi tampoco me había causado buena impresión. Pero frente mi hermana siempre me muestro fría, nunca dejo que sepa o deduzca lo que me pasa por la cabeza, de alguna manera la quiero proteger así.
Aunque seamos gemelas, nunca nos hemos parecido.

Todo el mundo dice “son idénticas” pero en realidad somos muy diferentes, las dos nos queremos, pero no somos iguales.

Como respuesta a su pregunta, intenté hacerme la pasota.

- No te preocupes, seguro que es un amigo nuevo del trabajo de papa, habrá venido a darle la bienvenida.

Era cierto, papá ha cambiado de trabajo, es medico i lo han trasladado. Mamá había sido modelo, pero desde que nacimos, se retiró para cuidarnos y también cambió de trabajo, ahora es directora financiera de una empresa. Estudió la carrera de empresariales al mismo tiempo que se ocupaba de nosotras. Mamá siempre a sido tenaz y trabajadora, tanto Dream como yo la admiramos mucho.
Nuestros padres se conocieron un día que mamá, Sandra, se torció el tobillo, en una pasarela de las de París. A alguien se le derramo café o alguna sustancia parecida i mamá, que llevaba unos tacones de casi 15 cm. se resbaló. Como ya os debéis imaginar, nuestro padre, Vicente que es medico, la atendió en el hospital i los dos se enamoraron perdidamente. Después se casaron y tuvieron dos preciosas niñas: Sweet y Dream.
No hace falta mencionar que no nos infiltraremos más en la vida de mis padres, ya que en este diario solo explicamos las cosas emocionantes que nos pasan a Dream y a mí.


- Sweet, Dream venid por favor.

Como siempre nos hicimos las locas y mamá tuvo que repetirlo dos veces.

Bajamos las escaleras con gran dificultad, yo ya me había puesto el pijama y estaba dispuesta a meterme en la cama, Dream por su parte estaba en el ordenador chateando con amigos, supongo que tenía una conversación muy interesante, porque no paraba de

reírse y gesticular animadamente.

- ¿Qué queréis?- Dijimos a unísono.

- Niñas, tenemos que hablar de algo importante.

Nos sentamos en el sofá, como si alguien nos coordinara. Mamá salió de la cocina con dos tazas de chocolate caliente con galletas, me preocupé desde entonces. Porque cuando mamá esta nerviosa o le preocupa alguna cosa, lo demuestra preparando este manjar y además, nos tiene prohibido el chocolate por la noche, dice que nos altera y que después no podemos dormir.

- ¿Qué es eso tan importante que nos tenéis que decir?

Cogí a mi hermana de la mano, no tenia un buen presentimiento y creo que ella tampoco porque cuando sintió mi mano, la apretó con fuerza.

- Mirad, nosotros solo queremos lo mejor para vosotras, lo sabéis y decidáis lo que decidáis estaremos contentos.

Se me heló la sangre, no sabia que decir, ¿que estaba pasando?

Miré a Dream, parecía que estaba hipnotizada, debía estar tan o más preocupada que yo, pero ella siempre ha sido muy fuerte y mantuvo la mirada al frente sin bajarla ni un instante, al contrario que yo, que rápidamente busqué su mirada para calmarme y aclarar las ideas.

- El director de una escuela privada nos ha pedido que vayáis a estudiar allí, tiene unas buenas instalaciones, buenos profesores, es el colegio mas prestigioso de la comarca, niñas.

- ¡Que! – exclamamos sorprendidas, por la noticia.

- Sí, pero eso no es todo si queréis ir a estudiar, os tendréis que mudar, la escuela esta lejos, tendréis que vivir en ella.

- ¿Un internado? – grité, no me pude contener. Nuestros padres nos han pedido opinión, sí. Pero aún así es como si quisieran que nos marcháramos.

- Chicas, esta escuela tiene mucho prestigio y seria muy bueno para vosotras, nosotros estaremos orgullosos hagáis lo que hagáis... pero lo tenéis que decidir para mañana por la tarde, porque el director quiere una respuesta pronto.

Papá y mamá se levantaron, nos dieron las buenas noches y se fueron. Nosotras aún nos quedamos un rato más en el sofá, sumergidas en aquel silencio, unidas por las manos y el pensamiento.

Ya en la habitación Dream y yo intercambiamos opiniones. Ella piensa que nuestros padres realmente lo hacen por nosotras, siempre ha sido más idealista, más positiva. Yo en cambió, pienso que quieren algo, por eso no estaba dispuesta a ir, a mamá la había notado triste, como si en realidad nos quisiera impedir que nos fuéramos, pero alguna cosa me hace dudar. Mi hermana me ha convencido, al fin y al cabo tengo ganas de saber como acaba todo esto, tengo ganas que este sentimiento nostálgico que ha aparecido hoy en mi desaparezca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario