7.3.09

Día 7-2-2007 (Lunes): Dream

Nos hemos levantado temprano, tuve que despertar a mi hermana. Creo que ayer las dos nos quedamos despiertas toda la noche. En el instituto todo ha ido como siempre. Aun recordaba al director de aquella escuela. Teníamos que decirles a nuestros padres que estábamos dispuestas a aceptar la propuesta e ir a ese colegio.
Después de la comida llegó papá, y más tarde mamá. Nos reunimos para aclararlo todo. Otra vez en aquel sofá que me comenzaba a parecer horroroso, Sweet lo dijo:
- Aceptamos, nos vamos.
Me quedé de piedra, tanto como nuestros padres que la miraron sorprendidos. Mamá sonrió mientras le caían lágrimas de los ojos y nos aseguró que lo tendríamos todo listo para marcharnos cuando llegara el momento. No tardó en llegar el director. Frente nuestra respuesta se mostró satisfecho:
- No esperaba menos de vosotras. - sonrió.
Hemos estado toda la tarde hojeando prospectos del nuevo instituto, ordenando las bolsas de viaje, recogiendo todas nuestras cosas... Tengo que reconocer que estoy triste. Por un momento quiero que todo vuelva a la normalidad, la idea de separarme de mis padres no me acaba de gustar.
- Estaremos bien, no te preocupes, como mucho serán dos o tres años.
Mi hermana siempre intenta animarme lo sé, pero es que tiene una forma peculiar de hacerlo.
A la hora de la cena, papá nos ha comunicado que partiríamos dentro de dos días.
Me parece bien, tengo ganas de saber como es el colegio, tengo ganas de superar el cambio de instituto y de vida cuanto antes mejor.
Nos hemos ido a dormir temprano, ni si quiera he leído mi libro favorito que guardo sobre mi mesita de noche, quien diría que con un libro puedes llegar tan lejos... esta noche, hago una excepción, esta noche me quedo en casa.

Día 6-2-2007 (Sábado): Sweet

Escondidas, Dream y yo mirábamos desde las escaleras, extrañadas, aquel hombre de traje elegante y de una cierta arrogancia. Amigo de nuestros padres no era, porqué ninguna de las dos lo habíamos visto nunca en casa o en el trabajo. Nuestros padres tienen un pasado muy extraño, no lo sabría explicar. Después de que el hombre estuviera media hora conversando en el recibidor con los señores “Sugar Love”, se despidieron. Subimos las escaleras antes de que alguien se percatara de que estábamos ahí. Aunque nosotras sabíamos que nuestros padres habían notado nuestra presencia desde el principio, era habitual, ya que desde muy pequeñas tenemos esa costumbre. En la habitación mi hermana comenzó a dispararme preguntas sobre aquel personaje, como si yo supiera alguna cosa, ella sabia perfectamente que yo, sabia tanto como ella de aquel señor.


- Quién era Sweet?

- Como quieres que lo sepa, yo...?

- Era un hombre muy extraño...

- Hermanita, todos los amigos de papá y mamá son extraños.

- Pero éste... no sabría como decirlo.

Yo la entendía perfectamente, a mi tampoco me había causado buena impresión. Pero frente mi hermana siempre me muestro fría, nunca dejo que sepa o deduzca lo que me pasa por la cabeza, de alguna manera la quiero proteger así.
Aunque seamos gemelas, nunca nos hemos parecido.

Todo el mundo dice “son idénticas” pero en realidad somos muy diferentes, las dos nos queremos, pero no somos iguales.

Como respuesta a su pregunta, intenté hacerme la pasota.

- No te preocupes, seguro que es un amigo nuevo del trabajo de papa, habrá venido a darle la bienvenida.

Era cierto, papá ha cambiado de trabajo, es medico i lo han trasladado. Mamá había sido modelo, pero desde que nacimos, se retiró para cuidarnos y también cambió de trabajo, ahora es directora financiera de una empresa. Estudió la carrera de empresariales al mismo tiempo que se ocupaba de nosotras. Mamá siempre a sido tenaz y trabajadora, tanto Dream como yo la admiramos mucho.
Nuestros padres se conocieron un día que mamá, Sandra, se torció el tobillo, en una pasarela de las de París. A alguien se le derramo café o alguna sustancia parecida i mamá, que llevaba unos tacones de casi 15 cm. se resbaló. Como ya os debéis imaginar, nuestro padre, Vicente que es medico, la atendió en el hospital i los dos se enamoraron perdidamente. Después se casaron y tuvieron dos preciosas niñas: Sweet y Dream.
No hace falta mencionar que no nos infiltraremos más en la vida de mis padres, ya que en este diario solo explicamos las cosas emocionantes que nos pasan a Dream y a mí.


- Sweet, Dream venid por favor.

Como siempre nos hicimos las locas y mamá tuvo que repetirlo dos veces.

Bajamos las escaleras con gran dificultad, yo ya me había puesto el pijama y estaba dispuesta a meterme en la cama, Dream por su parte estaba en el ordenador chateando con amigos, supongo que tenía una conversación muy interesante, porque no paraba de

reírse y gesticular animadamente.

- ¿Qué queréis?- Dijimos a unísono.

- Niñas, tenemos que hablar de algo importante.

Nos sentamos en el sofá, como si alguien nos coordinara. Mamá salió de la cocina con dos tazas de chocolate caliente con galletas, me preocupé desde entonces. Porque cuando mamá esta nerviosa o le preocupa alguna cosa, lo demuestra preparando este manjar y además, nos tiene prohibido el chocolate por la noche, dice que nos altera y que después no podemos dormir.

- ¿Qué es eso tan importante que nos tenéis que decir?

Cogí a mi hermana de la mano, no tenia un buen presentimiento y creo que ella tampoco porque cuando sintió mi mano, la apretó con fuerza.

- Mirad, nosotros solo queremos lo mejor para vosotras, lo sabéis y decidáis lo que decidáis estaremos contentos.

Se me heló la sangre, no sabia que decir, ¿que estaba pasando?

Miré a Dream, parecía que estaba hipnotizada, debía estar tan o más preocupada que yo, pero ella siempre ha sido muy fuerte y mantuvo la mirada al frente sin bajarla ni un instante, al contrario que yo, que rápidamente busqué su mirada para calmarme y aclarar las ideas.

- El director de una escuela privada nos ha pedido que vayáis a estudiar allí, tiene unas buenas instalaciones, buenos profesores, es el colegio mas prestigioso de la comarca, niñas.

- ¡Que! – exclamamos sorprendidas, por la noticia.

- Sí, pero eso no es todo si queréis ir a estudiar, os tendréis que mudar, la escuela esta lejos, tendréis que vivir en ella.

- ¿Un internado? – grité, no me pude contener. Nuestros padres nos han pedido opinión, sí. Pero aún así es como si quisieran que nos marcháramos.

- Chicas, esta escuela tiene mucho prestigio y seria muy bueno para vosotras, nosotros estaremos orgullosos hagáis lo que hagáis... pero lo tenéis que decidir para mañana por la tarde, porque el director quiere una respuesta pronto.

Papá y mamá se levantaron, nos dieron las buenas noches y se fueron. Nosotras aún nos quedamos un rato más en el sofá, sumergidas en aquel silencio, unidas por las manos y el pensamiento.

Ya en la habitación Dream y yo intercambiamos opiniones. Ella piensa que nuestros padres realmente lo hacen por nosotras, siempre ha sido más idealista, más positiva. Yo en cambió, pienso que quieren algo, por eso no estaba dispuesta a ir, a mamá la había notado triste, como si en realidad nos quisiera impedir que nos fuéramos, pero alguna cosa me hace dudar. Mi hermana me ha convencido, al fin y al cabo tengo ganas de saber como acaba todo esto, tengo ganas que este sentimiento nostálgico que ha aparecido hoy en mi desaparezca.

1.3.09

Día 5-2-2007 (Viernes): Dream

Hola me llamo Dream, y a partir de hoy mi hermana Sweet y yo te escribiremos todos los días.

Hemos prometido que hasta que no se acabe el diario no lo leeremos. Eso quiere decir que mi hermana no podrá ver todavía lo que he escrito y yo no podré ver lo que escribe ella. Lo hacemos para darle más emoción, aunque no sé si podré resistir la tentación.
Hoy ha sido nuestro 13o aniversario, ¿nuestro ? Os preguntareis, pues sí. Sweet y yo somos gemelas. Somos iguales, pero diferentes. Nuestros padres nos han regalado un diario y hemos decidido escribirlo juntas, mamá ha dicho que cuando seamos grandes nos hará gracia leerlo.
Como hoy no ha pasado nada interesante, explicaré una poco quien somos.


Yo, soy buena persona, o al menos eso pienso, transparente ya que mis sentimientos son fáciles de adivinar: cuando estoy triste no puedo evitar hacer mala cara, pero cuando estoy contenta soy un huracán imposible de parar. He de reconocer que cuando estoy de mal humor no hago nada por esconderlo, supongo que eso no tiene importancia porque pocas veces lo estoy.
Mi hermana es todo lo contrario que yo. Es responsable, no muestra sus sentimientos fácilmente, solo a mí porque soy la persona en que más confía. Nunca influirá su estado de humor en su comportamiento, si yo soy transparente ella es completamente opaca. Aún así es una excelente hermana y confidente, sabe guardar secretos y es buena, tanto que hasta se podría decir “demasiado inocente”.


Vivimos con nuestros padres, Sandra y Vicente. Somos hijas únicas. Vamos al instituto IES Terrassa, y ya os debéis imaginar el nombre de nuestra ciudad. Tenemos buenos amigos, buenos profesores, considero que somos bastante felices. Y no se porque, pero hoy alguna cosa me inquieta, tengo un mal presentimiento...